
Me prometí irme lejos, ya empecé a caminar.
Puedo ver la línea del horizonte. Allá, donde se pone el sol, me esperan.
Obligo a mi razón, que no voltee a ver de espaldas,
esta vez no habrá regreso.
Voy rompiendo con las manos las hojas escritas.
Salpican las palabras en el cuerpo
y llevo el alma herida de los bordes del papel que me lanzaste.
Las culpas que gritabas en negrilla y mayúsculas,
las guardé en la misma mochila de donde
un día desempacábamos esperanzas,
acabo de enterrarla en el camino.
Puse una cruz encima y en ella escribí "Aquí yacen los restos de mis culpas"
por si un día pasas por el mismo trillo y no vistes de luto.
Quizá lleves flores.
"Aquí yacen los restos de mis culpas"
ResponderEliminarHermoso!